CRÓNICA: III SPEAKON ROCK FEST HÁBITAT + THE TRACTOR + OSEZNO

El 1 de diciembre fuimos a la Sala X, para ver la tercera edición del Speakon Rock Fest. Un día frío, de esos que ya oscurece a las 6 de la tarde... Por suerte las bandas convocadas pusieron una barbaridad de calor y fuego para el frío con el que respondió la ciudad de Sevilla. 90 personas apenas asistieron a ver un cartel de máxima calidad y profesionalidad: Hábitat, The Tractor y OseZno. El precio de las anticipadas era a 5€, en taquilla a 7: entonces la falta de asistencia no se reduce a una cuestión de dinero. Culpa de la escena saturada, culpa del amiguismo a la hora de ir a ver a bandas de colegas y luego criticarlos por las espaldas y ni aparecer a ver un concierto con la excusa de que no se podía aparcar... Increíble rozamos la desidia en una ciudad sobresaturada de figuras de madera y postureo hipster, y luego querían que Metallica viniera al Estadio Olímpico...
Con el veneno fuera, ahora vamos a lo importante: un directo que ha sido antológico y será recordado como broche de oro por todas las partes: personal de la sala, organización y, por supuesto, las bandas. Resaltamos el personal de la Sala, tanto por la estructura como por el técnico de sonido y luces, como la coordinación para que todo salga a su hora, sin ningún tipo de retraso y fuera brutal.

A las 21.00 comenzó a sonar Hábitat, en su concierto despedida de la gira de su trabajo “En Algún lugar”, algo más de 2 años tocando, aprendiendo, evolucionando y ganando más críticas positivas y ganas de trabajar. Antes de comenzar a grabar su segundo trabajo pisaron el mismo escenario que los vio sonar juntos por primera vez. Abrieron con “Lejos de tí”, con una fuerza que fue creciendo poco a poco, un juego de luces que sumó al show más magia todavía. Si es para ponernos melancólicos, también diremos que la primera crónica de Colas de Rata fue con ellos, y hemos visto en la banda un crecimiento enorme, dando pasos de gigante, con un despliegue por parte del vocalista que contagió a la gente a que saltara, cantara y bailara. Las letras de la banda están trabajadas, llegan al público, y cierran líneas con las guitarras que se afirman en el sonido particular de la banda, esa marca registrada que es organizada por la batería y va cabalgando para demostrar que el trabajo debut ha llegado a un puerto final, que cada nota va pidiendo más, algo nuevo. Tal es así que luego de las mejores exposiciones del grupo (Tiempo y Desde Cero) estrenaron canción: “Un día más”... y ahí es donde dejaron un indicio muy claro de que lo que viene es un paso más oscuro y potente; para dejar claro que quieren sonar más duro, demostrar que han aprendido en este tiempo el camino que quieren recorrer de ahora en adelante. Cerraron con “Arde”, para seguir acelerando esa transmigración que les dará otros colores en el futuro próximo de la banda.

En el cambio de banda, pudimos ver a algunos integrantes de otras bandas (Ebola DP, KilldaCane, El WILD KRASH, EIKON ...) La gente estaba, a esa altura, recién comenzado el festival, satisfecha.

Subieron, a su hora, The Tractor, para dar cátedra de cómo sonar limpio jugando al rock de distorsión. Un sonido tan trabajado para llegar a esas zonas poco luminiscentes de tu alma. Abrieron con “Teddy Thoughts” para dejar claro que venían a dar caña. El sonido era puro, la mano de la consola de la sala sabía con quién estaba trabajando, muchas notas, también, parecían estar apoyadas en el juego de luces, que iba cubriendo o dejando a la vista las sensaciones que emitía la banda. Recorrieron en algo más de media hora un set que paseaba por lo industrial, el rock clásico y una pegada que en canciones como Luminol, The User o Drifting Souls. Fueron un triángulo perfecto, casi místico, con un bajo que llevaba algo más que las bases de las canciones, de esos conciertos donde el Todo se compone de las individualidades trabajadas como fortaleza. Cerraron con Texas, también cerraron el año en el festival, y nos han dejado con ganas de que llegue al fin un nuevo trabajo para poder disfrutar de estos experimentos que dan color y calidad a una escena que a veces se satura de repeticiones y estilos en lugar de buscar alguna nueva vertiente que refresque las cabezas. The Tractor ha sido un plato intermedio contundente.

Entonces por primera vez llegaron a la ciudad de Sevilla la banda que ha estado en boca de todos desde que salieron al ruedo. Osezno, también, cerrando un año lleno de directos y cosechando lo sembrado. Abrieron con “Odia”: el riff del principio desgarró el telón, siguió el bajo, y entro la batería desde el fondo, con un redoble que se escapaba de la sala. Luego la voz, rota, de stonner rock podrido para comenzar a narrar las diferentes razones para odiar el entorno. En el bolo, en esos breves instantes que dejaron para que la gente respire, alguien recordó a Down, o Black Label Society... es que OseZno, de por sí, no puede ser catalogada. Arrastra gente del Metal extremo, hasta el Punk más irreverente, porque son Rock. Las casi 100 personas que vieron el concierto comprendieron que, si esa noche, dejaron de lado alguna cena por la Alameda llena de luces poperas y vómito navideño, para ver estos 3 conciertos, no sentirán culpa ninguna. Al contrario, porque cuando a alguien le queda alguna gana de respirar, van y te meten el directo que Colas de Rata ha sufrido en más de una ocasión: Qué soy yo, Despierta y Esencia. Se comieron la sala, cada uno de ellos, por separado es todo un espectáculo que no acepta fisuras. En algún momento de la noche, me dijeron que lo que viene va a ser más bruto y oscuro... Claro, ya que el fin del mundo está tan cerca, ahora mismo necesitamos eso: más desesperación y brutalidad en la música. Momento álgido de la noche, de esos para enmarcar en la memoria, derrumban todo lo que tienen a mano con “Balas de Fuego y de Sal” y “Quién”, para saludar y terminar con “Una Historia”, momento en el cual solamente faltó que rompieran los instrumentos y prendan fuego la sala.

En verdad, no quedan muchas palabras para explicar este tipo de shows, de eventos, de invitaciones. Mientras algunas salas de la zona se llenan y maltratan a músicos y público por igual con breves estafas tanto en organización como en estructura de sonido, Producciones Speakon puso en la ciudad una nueva estrella para que muchos agradezcan una noche brutal para cerrar un año con muchos fracasos y, sobre todo, muchos más supuestos promotores que lo más cerca de un directo decente que estuvieron fue un cartel mal pintado con nombres sacados de internet.