CRÓNICA: MEDICTUM + PHYSIS + TEKSUO
El viernes 7 de setiembre fue noche de concierto en Sevilla, de esos que dejan huella cuando todo se pone en contra y los que suben a escena hacen lo imposible por demostrar que el Metal Extremo es un estilo de vida.
El sitio de este aquelarre ha sido La Sala Hollander, un sitio que no nos parece el más adecuado para este tipo de música. No nos referimos con esto a una cuestión estética si no, más bien, técnica; sobre todo a la hora de disfrutar de requerimientos que se despliegan en estos estilos. No fue el caso esta vez, porque las bandas que se presentaron tienen muy claro su potencial, su juego y, sobre todo, sus virtudes, pero en otras oportunidades ha jugado en contra tanto del espectáculo como de los grupos y, por lógica, del público. Pero como dicen por ahí nosotros tal vez seamos demasiado exigentes, anacoretas, viejos, quejicas y, de esto, no sabemos nada... En fin...
Abrieron los MedictuM, banda de Morón de la Frontera, con su Thrash sucio y rociado con un heavy clásico que hace que agradezcamos los más viejos de que todavía a alguien le importe cuidar estilos que, bien ejecutados, son más que interesantes y actuales. No es un detalle menor que canten en español, uno puede seguir las historia que van narrando y cabrearse como se debe, hacerlas propias. Canciones como Última Oportunidad, o El País de las pesadillas, calentaron la sala dejando claro que iba a ser una noche muy caliente.
Llegó la hora de la gente de Teksuo, desde Asturias, que venían a hacer sonar en Sevilla su trabajo más reciente: Nure-Onna. Por motivos familiares, uno de los guitarras de la banda no pudo asistir al concierto; luego la furgoneta sufrió desperfectos técnicos que, casi, los deja tirados. Al comienzo del bolo falló el micrófono del cantante y su retorno, utilizó uno facilitado por la sala, y luego, también se rompió. Tenían todo en contra: pero estos incovenientes no alcanzaron para frenar la sed de sonar del grupo, casi diríamos que los agrandó. Si bien las primeras dos canciones no sonaron ajustadas a lo que se esperaba, se recompusieron de inmediato para dejar un directo preciso, contundente y limpio. A veces parece que la experiencia es, apenas, durar en el tiempo, como si la evolución fuera algo que se da por casualidad y no es así. Teksuo demuestra por qué son una de las mejores bandas de la escena, sin artilugios extraños y sin postura de rock star. Decimos esto por que los hemos visto en otras oportunidades y cada vez suenan mejor y con una originalidad que no decepciona. Una de las mejores visitas al únderground sevillano de este año.
En medio del público (escaso, unas 40 personas a lo largo de la noche) nos encontramos con gente de distintas bandas (Hábitat, Ebola dp, Docka Pussel y Kolasi entre otros) y las sensaciones de este concierto eran buenas, interesantes y llenaban las expectativas.
Por último cerraron los Physis. Una de las bandas que ha sido mencionada en esta temporada como la de mayor proyección a corto plazo. Su evolución sí que es meteórica y con razón. Suenan feroces, cada vez más contundentes y con una personalidad en escena que no sólo es producto del trabajo de horas de ensayo, si no también de cierta virtuosidad de la banda, tanto por separado como en conjunto. Ya hablamos de ellos y de lo que ocurrió en el último concierto en Sevilla, y ratificamos todo lo dicho.
Una noche que ha estado a la altura, y tal vez por encima, de muchos directos que se vienen en este último tramo del 2018.
Por supuesto, cabe destacar, que todavía no ha llegado la hora del final del verano a la ciudad... y por lo visto no va a llegar: mejor, los fantasmas en las pelis de miedo, no entre la gente.
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